(Dublín, 1854 - París, 1900) Escritor británico. Hijo del cirujano William Wills-Wilde y de la escritora Joana Elgee, Oscar Wilde tuvo una infancia tranquila y sin sobresaltos. Estudió en la Portora Royal School de Euniskillen, en el Trinity College de Dublín y, posteriormente, en el Magdalen College de Oxford, centro en el que permaneció entre 1874 y 1878 y en el cual recibió el Premio Newdigate de poesía, que gozaba de gran prestigio en la época.
Oscar Wilde combinó sus estudios universitarios con viajes (en 1877 visitó Italia y Grecia), al tiempo que publicaba en varios periódicos y revistas sus primeros poemas, que fueron reunidos en 1881 en Poemas. Al año siguiente emprendió un viaje a Estados Unidos, donde ofreció una serie de conferencias sobre su teoría acerca de la filosofía estética, que defendía la idea del «arte por el arte» y en la cual sentaba las bases de lo que posteriormente dio en llamarse dandismo.
A su vuelta, Oscar Wilde hizo lo propio en universidades y centros culturales británicos, donde fue excepcionalmente bien recibido. También lo fue en Francia, país que visitó en 1883 y en el cual entabló amistad con Verlaine y otros escritores de la época.
En 1884 contrajo matrimonio con Constance Lloyd, que le dio dos hijos, quienes rechazaron el apellido paterno tras los acontecimientos de 1895. Entre 1887 y 1889 editó una revista femenina, Woman's World, y en 1888 publicó un libro de cuentos,El príncipe feliz, cuya buena acogida motivó la publicación, en 1891, de varias de sus obras, entre ellas El crimen de lord Arthur Saville.
El éxito de Wilde se basaba en el ingenio punzante y epigramático que derrochaba en sus obras, dedicadas casi siempre a fustigar las hipocresías de sus contemporáneos. Así mismo, se reeditó en libro una novela publicada anteriormente en forma de fascículos, El retrato de Dorian Gray, la única novela de Wilde, cuya autoría le reportó feroces críticas desde sectores puritanos y conservadores debido a su tergiversación del tema de Fausto.
Frases, citas y aforismos del autor:
“Es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama.”
“Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.”
“Logro resistirlo todo, salvo la tentación.”
“La sociedad perdona a veces al criminal, pero no perdona nunca al soñador.”
“Más veces descubrimos nuestra sabiduría con nuestros disparates que con nuestra ilustración.”
“Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.”
“Que hablen mal de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen.”
“No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.”
“Cuando alguna persona hace alguna cosa soberanamente estúpida; siempre la hace por los más nobles motivos.”